NUESTROS NIETOS NO ENVEJECERAN
La microgravedad y ciertas radiaciones cósmicas, aliados inesperados
*Dr.
Jorge O. Galíndez
A mediados de los años ochenta, en plena Guerra Fría, la tensión geopolítica militar entre los Estados Unidos y la URSS era extrema y la posibilidad de la utilización de armas nucleares no era descabellada.
Allí una banda de sólo
tres músicos de synth pop liderado por Marian Gold, Alphaville, presentaba su primer disco que
se transformó rápidamente en un éxito mundial y que todavía hoy cuando lo
volvemos a escuchar nos sigue emocionando.
Forever Young!
https://www.youtube.com/watch?v=cTvxVO34sYo&ab_channel=LuisMihajlow1
Alphaville
La canción refleja un anhelo por
mantener la juventud y la vitalidad, con un trasfondo de temor a la vejez y al
fin de las oportunidades.
“Por siempre joven, quiero ser por siempre joven
¿De verdad quieres vivir para siempre?
Sí, por siempre y para siempre” reza el
estribillo que escribieron estos jóvenes germanos oriundos de una región que,
recordemos, fuera ferozmente bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial y
que temían, para ese entonces, ser nuevamente blanco de una agresión en este
caso, atómica.
Are you going to drop the bomb or not? Se preguntan angustiados en las estrofas de la canción.
Seguramente no imaginaron que años
después, a mediados del siglo XXI la posibilidad de ser siempre jóvenes habría
dejado de ser una utopía para transformarse en un tiempo no demasiado lejano,
en una realidad.
Veamos.
La Biología Molecular nos introduce
al conocimiento de las claves del envejecimiento celular y como consecuencia
abre la posibilidad de evitarlo.
Para facilitar el entendimiento de un problema tan complejo debemos conocer en principio que en los extremos de los cromosomas existe una ribonucleoproteína, llamada Telómero, cuyas funciones principales, entre otras no menos importantes, son la estabilidad estructural de los cromosomas, el control de la división celular y la regulación del tiempo de vida de las mismas.
Alexei Olovnikov un científico ruso de la década del 70 reconoció por primera vez que los cromosomas no podían replicar completamente sus extremos y sugirió que éstos sectores (secuencias) de ADN que no se multiplican sino que, por el contrario, se desgranan cada vez que una célula se replica llevados, con el pasar del tiempo, a un momento crítico por las sucesivas pérdidas harían detener la división celular con la consiguiente muerte celular.
El `problema de la terminación de la replicación´ como se dio en
llamar a ese momento, no obtuvo una respuesta aceptable hasta que un grupo de
científicos del Salk Institute encabezados por la australiana-estadounidense, Elizabeth
Blackbourn, luego galardonados con el Premio Nobel, detallaron molecularmente los
telómeros y descubrieron además, una
enzima, la telomerasa, que
describieron como central en la maquinaria celular para la síntesis del telómero, explicando por primera vez en
virtud de ese modelo la hasta ese
momento desconocida razón.
En resumen la telomerasa mantiene a los telómeros en actividad que, como dijimos, protegen a los cromosomas de la degradación y envejecimiento.
Ahora bien, La
telomerasa no tiene la misma actividad en todas las células, por ejemplo es de baja
actividad o está ausente en la mayoría de las células somáticas humanas, lo que
limita su capacidad de división y contribuye al envejecimiento. Sin embargo en
las células germinales y en las células madre están altamente activas.
Y llegamos entonces a la hasta hace poco tiempo, increíble enunciación de que activando la telomerasa se podría retrasar el envejecimiento y como consecuencia prolongar la juventud que fue soñada desde siglos en cuentos fantásticos.
Como
consecuencia sólo faltaba entender cómo estimular a la telomerasa para así evitar
que los telomeros detengan la
división celular.
Los estudios actuales se centran en desentrañar cuánto de cada cosa influyen en el alargamiento de los mismos ya que en un primer momento se atribuyó a la microgravedad un porcentaje de preponderancia mayor respecto a los distintos aspectos de la radiación cósmica enunciados. Las investigaciones en marcha están dirigidas a tratar de entender este complejo entorno y evaluar los efectos a largo plazo.
“La
activación controlada de la telomerasa
podría considerarse, en cierto modo, un elixir de la vida y transformarse en
una posible aliada contra el envejecimiento” dice el reconocido compatriota
nacido en Casilda, y Doctor en Astronomía Roberto Aquilano, que
participa en proyectos científicos espaciales de la NASA.
Hace unos días en una entrevista radial que me
hicieron, con motivo del lanzamiento de mi nuevo libro “Mientras el mundo se
transforma” dije a propósito del tema y casi sin pensar: “Mis nietas nunca
envejecerán” y parece que va a ser cierto, serán Forever Young!!!!
*Jefe del
Servicio de Clínica Médica del Hospital Escuela Eva Perón.