¿CDC LATINOAMERICANO?
¿Puede AHF liderar la
iniciativa?
¿Puede AHF generar
internamente un Centro de Vigilancia y Respuesta Inmediata a pandemias,
desastres naturales o bioterrorismo?
Dr.
Jorge O. Galíndez*
INTRODUCCION
En América Latina, no existe una institución única que centralice la vigilancia,
investigación y respuesta a enfermedades a nivel regional con el alcance, autonomía y capacidad
operativa del CDC de Estados Unidos.
Es cierto que varias organizaciones e instituciones
nacionales y regionales cumplen funciones similares en áreas específicas,
aunque con limitaciones comparadas con el modelo del CDC.
Vayan como ejemplos la OPS y la Red Suramericana de Vigilancia y Respuesta, la
Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) en Brasil,
los Institutos Nacionales de Salud en Colombia y México, el Instituto
de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK) en Cuba y el Instituto Conmemorativo Gorgas en Panamá pero
que en general carecen, otra vez, de la estructura centralizada y
autónoma de un CDC.
Existen además Iniciativas emergentes tales
como la Agencia de Salud Pública del Caribe (CARPHA) que bien podría
inspirar un modelo similar en América Latina. También, la OPS ha impulsado redes
como el Sistema Regional de Alerta y
Respuesta a Epidemias.
FUNDAMENTACION
En momentos de grandes cambios e incertidumbre se
impone la necesidad de proteger a la población no sólo de las enfermedades infecciosas y crónicas sino poner
especial atención en el bioterrorismo y en la salud ambiental utilizando como pilares del
proyecto los conocimientos científicos maximizándolos con acciones coordinadas.
OBJETIVOS
Prevención basada en la
ciencia.
Utilizar investigación científica para recolectar
datos sistemáticos que monitoreen en tiempo real la propagación de eventos
sanitarios graves.
Respuesta rápida a brotes.
Crear una red de vigilancia para detectar y responder
a epidemias de manera inmediata, minimizando su impacto.
Trabajar con estados, gobiernos locales, instituciones
internacionales (como la OMS) y el sector privado para coordinar esfuerzos de
salud pública.
Formar expertos en salud pública y reforzar en la población el
valor de cumplir con las medidas preventivas.
FACTIBILIDAD
Una institución similar al CDC en América Latina es
una idea con alta factibilidad y
gran utilidad que deberá estar
dispuesta, seguramente, a enfrentar importantes desafíos.
Sin dudas existe una necesidad regional que,
como sabemos, enfrenta desafíos y realidades sanitarias comunes donde
respuestas coordinadas y centralizadas seguramente
redundarían en respuestas más rápidas, efectivas y contundentes.
Sería un error desconocer las experiencias existentes
que podrían integrarse a esta nueva red que de esta manera ofrezca mayores
posibilidades de desarrollo.
Sabemos que la región cuenta con capacidad científica
y tecnológica con experiencia en vigilancia epidemiológica, análisis de datos y
comunicación, esenciales para una institución como la propuesta.
El aprovechamiento de la experiencia de modelos como el CDC y el ECDC deben servir de referencia, apoyo técnico y financiero de aliados como la OMS, el Banco Mundial o el BID.
La diversidad de sistemas políticos y prioridades
nacionales en América Latina dificulta la coordinación. Países con gobiernos de
diferentes ideologías podrían resistirse a ceder soberanía a una institución supranacional.
Las capacidades en salud pública varían mucho entre
países (por ejemplo, Brasil vs. Haití). Una institución regional requeriría un
modelo de financiación equitativa y sostenible.
La creación de una nueva institución podría enfrentar
obstáculos burocráticos o desvío de recursos en algunos contextos.
La desconfianza en instituciones públicas en varios países podría limitar la aceptación de una entidad regional, especialmente si se percibe como influenciada por intereses externos.
UTILIDAD
La estandarización de protocolos de detección y rastreo, el
monitoreo preventivo de enfermedades y desastres en tiempo real, y la
rápida contención de eventos graves contribuirán a reducir el impacto cuando no, a anticiparse y
evitarlos.
La Transferencia de tecnología a países con menos
recursos así como la promoción de formación de profesionales con igual nivel y
similar capacitación será claves en el éxito de los desafíos.
La oferta de respuestas novedosas y soluciones
específicas y globales para las enfermedades endémicas de la región generarán
un amplio apoyo.
Situaciones de crisis como las vividas en la pandemia
por el COVID 19 o incluso grandes desastres naturales o acciones terroristas
tendrían respuestas más rápidas y coordinadas.
IMPACTO
ECONOMICO Y SOCIAL
La reducción de los incalculables costos y la
percepción de que los sistemas de salud están preparados y funcionan mejorará
la confianza pública y política lo que contribuirá, además, a una mayor
estabilidad social en situaciones críticas.
La demostración de que existe un manejo robusto de
riesgos sanitarios será un factor favorable más, en la difícil tarea de atraer
inversiones extranjeras en Latinoamérica.
¿VALE LA PENA INTENTARLO?
Personalmente creo que vale
la pena intentarlo pero se requiere para ello un enfoque estratégico y gradual que despeje dudas y recelos entre los países
miembros estableciendo en primera instancia la promoción de un “Centro de
Coordinación” que genere acuerdos con redes ya existentes que por su prestigio
y tiempo de presencia en la región no generen resistencia.
Presentar la idea en
foros regionales tales como la CELAC, el MERCOSUR y la COMUNIDAD ANDINA
y en todos aquellas reuniones donde estos temas puedan despertar interés.
Dejar en claro la existencia de una autonomía técnica
de los países, similar a lo que sucede en la Unión Europea con la ECDC.
Involucrar a la sociedad civil y comunidades locales
en la planificación para asegurar la legitimidad.
Poner especial énfasis en el desarrollo de confianza y transparencia con comunicaciones claras y datos confiables.
FINANCIACION
Como siempre la financiación en el dato clave y más
sensible de todo nuevo proyecto siempre dependientes de la confianza que los
actores y las instituciones puedan despertar. Aportes mixtos tanto nacionales
como fondos internacionales así como la promoción de fondos de emergencia para
pandemias y desastres podrían ser incentivos para asociaciones publico privadas
para participar
La utilidad de una prueba piloto con un proyecto
focalizado de vigilancia regional en un tema que sea de interés común y
compartido podría demostrar que bien se justifica a partir de ello su
expansión.
CONCLUSION
La formación de un "CDC Latinoamericano" es factible y definitivamente útil, dado el contexto de riesgos sanitarios
compartidos en la región.
Aunque los desafíos políticos y económicos son reales,
un enfoque gradual, basado en redes existentes y con apoyo internacional,
podría hacerlo realidad.
La clave es priorizar la cooperación, la transparencia
y la ciencia para generar confianza y resultados tangibles.
Si se implementa bien, podría transformar la capacidad de América Latina para enfrentar las reales amenazas que acechan a la población.
FACTORES A FAVOR Y EN CONTRA PARA CONSIDERAR SÍ AHF
PUEDE LIDERAR EL PROYECTO o IMPULSAR UNO PROPIO
Existe un
potencial para encabezar la idea y propuesta de crear una institución similar
al CDC o de promover una estructura interna dado que el alcance regional
logrado, experiencia de campo y los
recursos que nos avalan para avanzar.
Sin embargo, no podemos dejar de considerar, cuales son puntos a favor y en contra, para evaluar con realismo la capacidad de liderar o promover internamente un emprendimiento de esta envergadura.
FACTORES A FAVOR
1. Experiencia en Salud Pública Global :
o
AHF es la mayor
organización mundial en la lucha contra el VIH/SIDA, atendiendo a más de 2
millones de personas en 47 países, incluyendo varios en América Latina
(Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, República Dominicana, Guatemala,
Haití, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Perú, entre otros).
o Ha implementado programas de prevención, detección y
tratamiento, distribuyendo millones de pruebas rápidas de VIH y condones
gratuitos, lo que demuestra su capacidad para operar a gran escala en la
región.
o
Su experiencia
en defensa y colaboración con gobiernos y ONG podría ser clave para movilizar
apoyo político y financiero para una institución regional.
2. Infraestructura y Recursos :
o
AHF cuenta con
una red de clínicas, farmacias y centros de bienestar en América Latina, además
de un presupuesto significativo (2.6 millones de dólares proyectados en 2022) y
más de 7,000 empleados globales.
o
Su modelo de
financiación, que incluye farmacias, tiendas de segunda mano y alianzas
estratégicas, le permite generar recursos propios, lo que podría sostener
parcialmente un proyecto ambicioso como un CDC regional.
3. Presencia Regional y Compromiso con América Latina :
o
Desde 2007, AHF
ha expandido sus operaciones en América Latina, comenzando en México, y ha
establecido programas en múltiples países, adaptándose a contextos locales.
o
Ha trabajado en
colaboración con gobiernos locales, ONGs y otras organizaciones para mejorar el
acceso a la salud, lo que le da credibilidad y redes de contacto en la región.
4. Abogacía y Liderazgo en Crisis :
o
AHF ha
demostrado capacidad para responder rápidamente a una crisis de salud, como el
envío de suministros médicos tras el terremoto en Haití o el huracán Fiona en
Puerto Rico.
o
Su experiencia
en abogar por políticas de salud pública, como la reducción de precios de
medicamentos y el acceso equitativo a tratamientos, podría ser crucial para
negociar con gobiernos y organismos internacionales la creación de una
institución regional.
FACTORES EN
CONTRA
1. Enfoque Específico en VIH/SIDA :
o
Aunque AHF
tiene experiencia en enfermedades infecciosas, su trabajo se centra
principalmente en el VIH/SIDA. Un CDC regional requeriría experiencia en una
gama más amplia de amenazas de salud pública, como enfermedades no
transmisibles, brotes de enfermedades emergentes (eg, mpox, dengue, COVID-19),
salud ambiental y preparación para desastres. AHF podría ampliar
significativamente su alcance técnico y operativo.
2. Limitaciones de Financiamiento :
o
Crear y
mantener una institución como el CDC requiere un presupuesto masivo y
sostenido, probablemente con contribuciones gubernamentales de múltiples
países. Aunque AHF genera ingresos propios, depender únicamente de sus recursos
podría ser insuficiente, y convencer a los gobiernos latinoamericanos de
financiar un proyecto liderado por una ONG extranjera podría ser un desafío
político.
3. Desafíos Políticos y de Soberanía :
o
América Latina
es una región diversa con tensiones políticas entre países. Crear una institución
supranacional podría generar resistencia debido a preocupaciones sobre
soberanía nacional o influencia extranjera, especialmente porque AHF tiene su
sede en Estados Unidos.
o
La colaboración
con organismos como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) o el África
CDC (como modelo) sería necesaria, pero podría generar conflictos de
liderazgo o duplicación de esfuerzos.
4. Capacidad organizativa :
o
Aunque AHF
tiene una estructura global robusta, liderar la creación de una institución
tipo CDC implicaría un esfuerzo organizativo mucho mayor, incluyendo la
coordinación de múltiples actores (gobiernos, academia, sector privado) y la
construcción de sistemas de vigilancia epidemiológica regional. Esto podría
estirar los recursos humanos y operativos de AHF.
5. Críticas y controversias :
o
AHF ha
enfrentado críticas, como la oposición de su fundador, Michael Weinstein, al
uso de PrEP (profilaxis preexposición) para la prevención del VIH, lo que
generó controversia entre activistas y expertos en salud pública.
o
Su
involucramiento en iniciativas no directamente relacionadas con el VIH/SIDA,
como el control de rentas en California, ha generado cuestionamientos sobre el
uso de sus recursos, lo que podría afectar su credibilidad para liderar un
proyecto de esta magnitud.
VIABILIDAD Y PASOS POTENCIALES
AHF podría
liderar esta iniciativa si adopta un enfoque estratégico y colaborativo.
Algunos pasos clave serían:
1. Formar una Coalición Regional :
o
AHF podría
asociarse con la OPS, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID),
universidades y gobiernos latinoamericanos para diseñar un modelo de gobernanza
inclusivo que respete las prioridades nacionales.
2. Aprovechar su Instituto de Salud Pública :
o
El AHF Global
Public Health Institute podría liderar estudios de viabilidad y desarrollar un
marco para la vigilancia epidemiológica y respuesta a emergencias en la región.
3. Obtener Financiamiento Multilateral :
o
AHF podría
buscar fondos del Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y
la Malaria , al que ya ha contribuido con 10 millones de dólares, así como
de otros donantes internacionales.
4. Modelo Inspirado en el África CDC :
o
AHF podría
tomar como referencia el CDC de África , creado en 2017, que coordina
respuestas a emergencias de salud pública en África. Este modelo
descentralizado, con centros regionales, podría adaptarse a América Latina.
5. Campaña de Defensa :
o AHF podría usar su experiencia en incidencia para generar apoyo político y público, destacando la necesidad de una institución que aborde desafíos como el dengue, la tuberculosis y pandemias futuras.
CONCLUSION
AIDS Healthcare Foundation tiene la experiencia, la infraestructura y la
capacidad de promoción necesarias para encabezar la propuesta de crear una
institución similar al CDC en América Latina. Sin embargo, su enfoque principal
en el VIH/SIDA, las limitaciones financieras y los desafíos políticos de la
región requerirían que AHF amplíe su experiencia, forme alianzas estratégicas y
gestione cuidadosamente las sensibilidades regionales. Con un enfoque
colaborativo y un modelo bien diseñado, AHF podría liderar este esfuerzo, pero
necesitaría el respaldo de múltiples actores para garantizar su éxito.
¿UN
DEPARTAMENTO INTERNO DENTRO DE AHF?
Para que la AIDS Healthcare
Foundation (AHF) pueda establecer un departamento interno que emule algunas de
las funciones clave de CDC, es necesario diseñar un enfoque estratégico que se
alinee con la misión de AHF, su infraestructura existente y los recursos
disponibles.
El CDC es una agencia gubernamental con un
alcance amplio en salud pública, incluyendo vigilancia, investigación,
respuesta a emergencias, educación y políticas públicas, por lo que replicar
todas sus funciones puede no ser viable ni necesario.
Sin embargo, AHF puede crear un
departamento que adapte ciertas actividades clave del CDC, áreas específicas
relacionadas con su misión. A continuación, detalla un plan estructurado para
lograrlo:
1.Definir el propósito y alcance del departamento
El primer paso es establecer los
objetivos específicos del nuevo departamento, alineados a la misión específica.
Vigilancia epidemiológica:
Monitorear, por ejemplo, la prevalencia, incidencia y tendencias del VIH/SIDA,
así como enfermedades relacionadas (hepatitis, ITS, tuberculosis, etc.) en las
comunidades atendidas por AHF.
- Investigación aplicada:
Generar datos sobre la eficacia de intervenciones, tratamientos y
programas de prevención.
- Respuesta rápida a brotes:
Coordinar respuestas ante incrementos en infecciones de VIH o enfermedades
relacionadas en regiones específicas.
- Educación y divulgación:
Desarrollar campañas de sensibilización y prevención, similares a las del
CDC, adaptadas a poblaciones vulnerables.
- Colaboración con socios externos:
Establecer alianzas con gobiernos, ONGs y otras organizaciones de salud
pública, emulando el modelo colaborativo del CDC.
Acción inicial:
- Realizar un análisis de
necesidades para identificar qué funciones del CDC son prioritarias y
factibles dentro de AHF, considerando su escala global (opera en 47
países) y sus 7,000 empleados.
- Definir un nombre para el departamento, como “División de Salud Pública y Respuesta Global” (o similar), para reflejar su enfoque.
2. Estructura
organizativa del departamento
El departamento debe integrarse
en la estructura existente de AHF, que ya incluye clínicas, farmacias, tiendas
de segunda mano (Out of the Closet) y
programas de vivienda y defensa. La estructura podría incluir:
- Liderazgo:
Un director con experiencia en salud pública y VIH/SIDA, respaldado por un
equipo interdisciplinario (epidemiológos, investigadores, comunicadores,
etc.).
- Unidad de Vigilancia Epidemiológica :
- Recolectar y analizar
datos de las clínicas de ICA (que atienden a más de 2,1 millones de
pacientes) para monitorear tendencias de VIH/SIDA y comorbilidades.
- Usar sistemas de datos similares a los del
CDC, como bases de datos electrónicos para rastrear diagnósticos,
tratamientos y resultados.
- Unidad de Investigación y Evaluación :
- Colaborar con
universidades y centros de investigación para estudiar nuevas terapias,
resistencia a medicamentos y estrategias de prevención como PrEP
(profilaxis pre-exposición), en la que AHF ya es líder en EE.UU.
- Publicar informes y artículos científicos
para posicionar a AHF como referente en investigación de VIH/SIDA.
- Unidad de respuesta rápida :
- Crear protocolos para identificar y
responder a brotes locales de VIH o enfermedades relacionadas,
coordinando con departamentos de salud locales y la OMS/OPS.
- Unidad de Educación y Prevención :
- Desarrollar programas
educativos y campañas de sensibilización, aprovechando la experiencia de
AHF en pruebas rápidas (4,9 millones anuales) y distribución de condones
(34 millones al año).
- Adaptar materiales a diferentes idiomas y
contextos culturales, considerando la presencia global de AHF.
- Unidad de Políticas y Defensa :
- Fortalecer la defensa
global de AHF para influir en políticas públicas, similar a cómo el CDC
colabora con los gobiernos para fortalecer los sistemas de salud.
Acción inicial:
- Crear un organigrama
detallado con roles específicos y asignar un presupuesto inicial,
aprovechando los $2.6 mil millones de presupuesto proyectado de AHF.
- Reclutar expertos en salud
pública, epidemiología y análisis de datos, utilizando el programa de
referencias internas de AHF.
3. Infraestructura
y recursos
Para emular al CDC, el
departamento necesita una infraestructura sólida:
- Tecnología y datos :
- Implementar un sistema de
gestión de datos integrado para recopilar información de las 400 clínicas
y 69 centros de atención de AHF.
- Adoptar herramientas de análisis de datos
(por ejemplo, software de vigilancia epidemiológica como Epi Info del
CDC) para procesar información en tiempo real.
- Capacitación :
- Capacitar al personal
existente de AHF en métodos de vigilancia, investigación y respuesta a
emergencias, aprovechando los programas de desarrollo profesional de AHF.
- Asociarse con
instituciones como los NIH o la OPS para ofrecer entrenamientos
especializados.
- Financiamiento :
- Aprovechar los ingresos de
las farmacias, tiendas Out of the Closet y contratos de atención médica
de AHF, donde el 96% de las ganancias se reinvierte en programas
humanitarios.
- Explorar subvenciones de
salud pública, como las otorgadas por los CDC a socios (por ejemplo, los
$176 millones para infraestructura de salud pública).
Acción inicial:
- Realice un inventario de la infraestructura tecnológica
existente en AHF y evalúe las necesidades de actualización.
- Solicitar financiamiento adicional a través de alianzas
con el CDC, la OMS u otras organizaciones internacionales.
4. Colaboración
con socios externos
El CDC colabora estrechamente
con gobiernos, ONG y otras entidades. AHF ya tiene experiencia en asociaciones
estratégicas, pero el nuevo departamento debería:
- Establecer acuerdos
formales con los CDC, la OPS y ministerios de salud en los 47 países donde
opera AHF, para compartir datos y coordinar respuestas.
- Participar en redes
globales como ONUSIDA, alineándose con su meta de erradicar el VIH/SIDA
para 2030.
- Cree un consejo asesor con expertos externos en salud
pública para guiar las estrategias del departamento.
Acción inicial:
- Designar un equipo de
enlace para iniciar conversaciones con la OPS y los CDC, basándose en su
historial de colaboración en América Latina y el Caribe.
5. Implementación
y evaluación
- Fase piloto :
- Iniciar el departamento en una región
específica (por ejemplo, EE.UU. o un país con alta carga de VIH) para
probar las operaciones de vigilancia, investigación y respuesta.
- Evaluar los resultados a los 6-12 meses,
ajustando procesos según sea necesario.
- Métricas de éxito :
- Número de brotes de VIH identificados y contenidos.
- Publicaciones científicas generadas por el
departamento.
- Incremento en el alcance de programas de
prevención (por ejemplo, pruebas rápidas y distribución de condones).
- Mejoras en la adherencia al tratamiento en
las clínicas de AHF basadas en datos recopilados.
- Expansión :
- Escalar el modelo a nivel global,
adaptándolo a las necesidades de cada región (por ejemplo, África
Subsahariana vs. América Latina).
Acción inicial:
- Desarrollar un plan piloto
en una región clave, como Los Ángeles, donde AHF tiene su sede y una
infraestructura sólida.
- Establecer indicadores clave de desempeño (KPI) para evaluar el impacto del departamento.
6. Consideraciones
clave
- Escalabilidad:
AHF debe asegurarse de que el departamento sea sostenible a largo plazo, evitando
duplicar esfuerzos de organizaciones como el CDC o la OMS.
- Enfoque en comunidades marginadas:
Dado el compromiso de AHF con poblaciones vulnerables (por ejemplo,
comunidades negras y latinas), el departamento debe priorizar
intervenciones culturalmente sensibles
- Ética y transparencia: Emular los estándares de gobernanza del CDC, con un
consejo independiente para supervisar las actividades del departamento.
CONCLUSION
Crear un departamento interno en
AHF que replique funciones del CDC requiere un enfoque estratégico que
aproveche la infraestructura existente de AHF (clínicas, farmacias, programas
de defensa) y su alcance global.
Al centrarse en vigilancia,
investigación, respuesta rápida, educación y colaboración, AHF puede fortalecer
su impacto en la lucha contra el VIH/SIDA y otras enfermedades relacionadas,
manteniendo su misión de atención sin fines de lucro.
Un plan piloto, un liderazgo
sólido y alianzas estratégicas serán clave para el éxito.
*ACERCA DEL AUTOR
El Dr.
Jorge Galíndez es médico graduado en la Universidad Nacional de Rosario,
Argentina, especialista en Clínica Médica y Terapia Intensiva, de la cual es
co-fundador de la especialidad en nuestra región.
Con la
aparición de los primeros casos de pacientes enfermos de sida en Rosario, allá
por 1986/7, decidió cambiar el rumbo de su carrera profesional y se dedicó
enteramente junto a un pequeño grupo de profesionales a atender este tipo de
pacientes siendo un ejemplo de la no discriminación.
Realizó
sus estudios de pos-grado en la Universidad de Barcelona y en el Instituto
Carlos III de Madrid siendo el primer latinoamericano de obtener el título de
Master en Sida de dicha Universidad.
En 2018
recibió, por parte del Rotary Club Internacional en reconocimiento a su
abnegación, el Diploma Paul Harris y por su trayectoria profesional fue
distinguido con el premio Dr. Esteban Laureano Maradona.
Escribió
y publicó el libro Ya no es tan grave, La historia de la médicos que enfrentamos al
sida donde narra con toda objetividad los acontecimientos ocurridos en
Rosario desde sus inicios de la pandemia hasta la actualidad.
Recientemente
publicó un nuevo libro, “Mientras el
mundo se transforma. Reflexiones sobre Medicina, ciencia y liderazgo”,
compilación de los escritos que cada mes he venido publicando en su blog personal
desde hace más de siete años que han tenido el propósito de sentar suu opinión
sobre cuestiones vinculadas a la profesión, la Medicina, y la investigación
científica.
Para la
confección del proyecto contó con la ayuda de IA.
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