¿Porque se encontró una vacuna COVID-19 tan rápidamente y para el VIH no?
*Dr.
Jorge O. Galíndez
Muchos nos preguntamos cómo es
que en un año tenemos una vacuna contra el COVID 19 y luego de más de treinta
de pandemia por el VIH, no?
Conocemos que ambos virus
colonizaron previamente a seres vivos no humanos pero el “salto” a nuestra
especie del VIH fue hace cien años -aunque su expansión fue detectada en los
años 80 del siglo pasado- mientras que el del COVID 19 fue hace poco más de 12
meses.
Esto nos deja una primer
enseñanza sobre la capacidad de este último de haber aprendido muy rápidamente
el cómo desplazarse entre nosotros, contagiar y en muchos casos destruirnos.
Ahora bien, cuales son otras
diferencias fundamentales entre el SARS-CoV-2 y el VIH?
En ambos casos, cuando ingresan
a nuestro organismo son detectados y se produce el desarrollo de anticuerpos
pero en los primeros éstos alcanzan, en su gran mayoría, para desarrollar la
necesaria inmunidad llevando a la curación y detener el contagio en poco tiempo
mientras que los del VIH son escasos e insuficientes para evitar la transmisión
a otras personas durante muchos años.
Un tema todavía no debidamente
aclarado es que respecto a la evolución clínica hoy nos resulta claro prever
los pasos que seguirá la infección por VIH mientras que cuando alguien contrae
el SARS-CoV-2 nunca tenemos la certeza de lo que pasará en los próximos días.
Respecto al desarrollo de
vacunas, Sin ánimo de complejizar evitaremos las diferencias estructurales y de
funcionamiento de ambos virus pero diremos que la integración del VIH al código
genético de la célula humana lo hace mucho más inaccesible a su detección y
destrucción y que su gran capacidad de mutación impide a los anticuerpos
neutralizantes naturales abarcar todas las posibilidades de anularlos a todos y
en consecuencia protegernos.
Es también de importancia
fundamental entender que además de los anticuerpos nuestro sistema inmune
consta de células blancas que complementan la acción de los primeros y que en
el VIH tienen un comportamiento mucha más complejo y todavía no totalmente
dilucidado pese a los constantes avances.
En VIH, los trabajos actuales se
dirigen a producir anticuerpos “ampliados” que sean efectivos a la mayor
cantidad de variables posibles.
La gran pregunta que todos nos
hacemos es sí se ha invertido lo suficiente en el desarrollo de vacunas contra
el VIH. Sabemos que se han destinado alrededor de mil millones de dólares en su investigación.
¿Es mucho o es poco? Sólo podemos decir que significa el 5% del presupuesto
global destinado al VIH por la OMS**
Seguramente no tendremos una
vacuna en el corto plazo pero estamos muy entusiasmados con dos grandes
estudios masivos que es de esperar nos aporten los resultados por tanto tiempo
esperados.
*Jefe del Servicio de Clínica Médica
del Hospital Escuela Eva Perón
** UNAIDS
FEBRERO 2021 Dr.Peter
Godfrey-Faussett.
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