miércoles, 27 de agosto de 2025

 

“A LOS MEDICOS LO UNICO QUE LES IMPORTA ES LA PLATA”

La ambivalencia social respecto al trabajo medico

 

Dr. Jorge Galíndez*

 

 “No me vas a negar que hay muchos médicos que son unos comerciantes y que cobran lo que quieren”

La frase dicha con cierta indignación provino de  una elegante señora de mediana edad que compartía casualmente nuestra mesa en un evento social durante una distendida conversación que giraba sobre temas varios, entre ellos, las infaltables alusiones, cuando hay un médico presente, a historias y experiencias sobre enfermedades padecidas y las infaltables consultas gratuitas.



Mientras observaba con curiosidad su elegante vestido pensé en contestar, pero preferí no hacerlo para no cambiar el  grato ambiente que estábamos disfrutando. Por otra parte no valía la pena perder el tiempo ya que es una frase que suele ser dicha por quienes la sostienen como una verdad indiscutida y no muestran demasiado interés en analizar el tema a fondo como sí lo vamos a hacer ahora.

Veamos,

¿Está bien o está mal ganar dinero con la profesión? ¿Es eso lo único que nos importa?

Quienes conocen en profundidad a los médicos saben que para la mayoría de nosotros la verdadera meta  no es el éxito económico sino lograr, cosa nada sencilla, el reconocimiento de nuestros pares. Sin esta premisa todo logro económico por más importante que sea es insuficiente y nunca  alcanzará para cubrir esa tremenda insatisfacción de no  haber logrado el respeto de nuestros colegas.



Por supuesto también tenemos otras aspiraciones más tangibles. Una buena educación para nuestros hijos,  lograr la ansiada movilidad  social ascendente,  tener una casa propia, un lindo auto, unas buenas vacaciones y sí se puede, generar algunos ahorros para los tiempos por venir.

El riesgo permanente a lo que estamos sometidos es la frecuente comparación con figuras icónicas como la del Dr. Favaloro, que impone una vara demasiado alta para la mayoría de nosotros remitiéndonos a ser custodios de los valores éticos, de un  legado de altruismo, vocación y desinteresada   dedicación. 



A esta  apreciación  se  suma el antecedente de que la salud es un derecho universal garantizado por la Constitución y que custodiarla en un deber indelegable del estado. Como consecuencia pagar por ella genera una sensación de no correspondencia especialmente en un contexto donde aquel que es atendido en el  sector público la recibe gratuitamente.



¿Y,  porque no decirlo? Existe una creciente subvaloración del trabajo médico atento a que brinda un servicio que en la mayoría de las veces se torna intangible.



Pero, hay más, no solo son los estereotipos y el sesgo cultural sino que claramente  se suman visiones políticas respecto a cuánto ganan los médicos.

Para aquellos  de tradiciones más de tipo socialista, un médico que gana mucho dinero es percibido con escepticismo, crítica, asociado a priorizar el lucro sobre el bienestar de sus pacientes y que se beneficia de “las desigualdades del sistema”.



Como consecuencia de todo lo expresado, se puede entender porque a muchos les molesta y duele pagar por nuestros servicios.

Por el contrario, un pensamiento más liberal valora el éxito económico y sí un médico gana mucho dinero se lo ve como un profesional exitoso, dedicado y competente.

¿Quién no conoce a colegas que emigraron, ganaron fama, cumplieron el “American Dream” y son valorados y recibidos con honores cuando nos visitan?



A mi manera de ver en nuestro país los médicos que ganan mucho dinero, son vistos de forma claramente ambivalente.

Por un lado, sí  lograron combinar éxito económico con prestigio profesional,  justifica que tengan buenos ingresos ya que  se les reconoce que enfrentaron años de formación, sacrificio  y alta responsabilidad, pero en otros casos, generan recelo y desconfianza sobre todo si, por ejemplo, se percibe que solo atienden a pacientes que pueden pagarles costosos honorarios.



Volviendo a la grata cena, en la misma mesa unos minutos después otra  elegante señora muy animada contaba a los ocasionales escuchas, “Inés, mi amiga, tiene un hijo que hace cinco años que se recibió de médico y vive haciendo guardias arriba de una ambulancia, alquila un departamentito y sí no fuera por la ayuda de padres no llega ni a fin de mes” y agregó, “yo le dije a Inés, decile a tu hijo que se dedique a la cirugía estética  que así se va a llenar de plata!

¿En qué quedamos?

 

*Médico. Escribe hace ocho años textos que publica regularmente en su jorgeogalindez.blogspot.com . Autor de  libros, “Ya no es tan grave”, la historia de los médicos que enfrentamos al sida y “Mientras el mundo se transforma” Reflexiones sobre Medicina, Ciencia y Liderazgo. Es médico distinguido de la ciudad de Rosario, Argentina.

 

 

lunes, 11 de agosto de 2025

 

 

 

COMENTARIOS DE MI EDITORIAL

La futura ciudad autónoma de Rosario.

Superando desafíos que parecen imposibles

Agosto 2025.

 

 

*Dr. Jorge O Galíndez

 

Abaca, Helio.(periodista)

Excelente Jorge, gran abrazo

 

Bottasso, Oscar. (Investigador del CONICET)

La propuesta es interesante y superadora. Articular público y privado tiene lógicas disimiles no siempre de la lógica racionalista. Gracias Jorge un muy buen aporte.

 

Cabanillas, Juan Manuel. (Empresario)

Muy bueno pensar a futuro este tema. Hay cosas que no me cierran. Está la sociedad de beneficencia  de Rosario en el hospital provincial de calle Alem que es la dueña del hospital pero lo maneja la provincia. El hospital tiene sectores en buen estado Pero también  muchas carencias. La sociedad tiene plata para hacer obras y aportes de distintos elementos y los que manejan un drama para autorizar y en muchos casos  dicen q se van a ocupar ellos cosa q no hacen. De locos. Si mi madre está en la sociedad y se vuelve loca, les piden cosas, se las pueden dar y no las dejan.

 

Carroli, Guillermo. (Médico Investigador)

Lamentablemente para tener autonomía hay que tener autonomía económica y Rosario es una ciudad con pocos recursos. Acuerdo en que la salud de la ciudad es de regular para abajo. Rosario se hunde por falta de infraestructura. No existe la evaluación ni la planificación en salud pública. Cuando quieras hablamos al respecto. Estuvimos trabajando con hospitales de CABA y la salud pública no funciona como la venden. Tampoco hay evaluación crítica y planificación.

 

Cicarelli, Ricardo. (Director Sanatorio Plaza)

Interesante. La integración de lo público y lo privada es posible si hay voluntad de cambio elevaría el nivel profesional y mejoraría sustancialmente la calidad prestacional. Buena idea Jorge de plantar la idea.

 

Dellara, Sandra. (Dra. en Ciencias Sociales)

Sumamente lucido tu análisis.

 

Enz, Gustavo. (Abogado)

Excelentes tus reflexiones sobre la coordinación en salud, ciudad-provincia.

Sería útil hacérselas llegar a los convencionales para que, por ahí, un frase se cuele en la nueva constitución.

.......

Estuve con tu hermano en un asado. Gratos recuerdos juntos!!

 

Fay, Oscar. (Pte de la Academia Provincial de Ciencias Médicas de  Sta. Fe).

Si, es un tema que hemos debatimos desde cuando se formó  el COFESA, única estructura que formó  "el proceso" y sobrevivió en la democracia. En aquellos años Capital Federal integró ese Consejo, con los Ministros de Salud de las prov. xq era la "única municipalidad del país que tenia asistencia médica social del Estado". Siendo Rosario, la otra ciudad que cubría servicio de Salud con sus recursos propios, es decir con los impuestos que los rosarinos pagamos se cubre el gasto en Salud, Santa Fe Provincia no le otorga presupuesto para Salud a Rosario o es  ínfimo comparativamente con el resto de la prov. Hemos hecho infinidad de gestiones y presentaciones en la legislatura Nacional, a la cual pertenece COFESA, para poder poner nuestros esfuerzos y tareas a nivel Nacional,  con el resultado que Jorge plantea. Otro ejemplo de presencia del antifederalismos de los gobiernos de turno...UNO MAS!!!

 

Ferrari, Jorge. (Periodista)

Qué buena hipótesis!!! Con semejante nivel de dirigencia política todo puede ser...

 

Miechi, Héctor. (Ginecólogo Obstetra)

Excelente, Jorge.

 

Nebbia, Alicia. (Contadora- Empresaria)

Excelente este editorial como los anteriores!!!! Gracias. La investigación continúa y la escritura serán tus grandes compañeras en esta etapa de tu vida. Adelante y con fe!!!

 

Novau, Leandro. (Médico Pediatra. Infectólogo)

Ciudad autónoma? Como siempre. No les importa. Yo me calenté cuando rechazaron antes de empezar la unicameral. Ahí ya te das cuenta los intereses cuáles son.

 

Torné, Julio. (Empresario CEO de Punto Biz)

Gran tema el que planteas.  Presentaste algún proyecto para la reforma constitucional?

 

Tozzini, Roberto. (Vice Pte de la Fundación de Ciencias Médicas de Rosario)

Aquí Jorge tengo que felicitarte por la lucidez de tus propuestas sin aportarte nada. Planteas bien que se necesita claridad en los traspasos, quien paga, que va aportar la Pcia en alta complejidad y la siempre discutida integración con la desarrollada medicina privada. Es decir un verdadero plan y no improvisaciones electorales. Salir como dices del mar de mediocridad.

 

Tranier, Martín. (Director Gral del Centro Educativo Latinoamericano)

Gracias Jorge, una unidad posible sería una ética generosa, indispensable

 

Tununetti, Alberto. (Pte del Colegio de Médicos 2da. Circunscripción)

Que buena noticia!!

 

*Médico.

martes, 29 de julio de 2025

 

LA SALUD EN LA FUTURA CIUDAD AUTONOMA DE ROSARIO

Superando los desafíos que parecen imposibles.

 

Dr. Jorge O Galíndez*

 

“No mueve el amperímetro electoral”, se repite en los ámbitos políticos de la provincia cuando se habla de la gestión en salud.




¿Para que cambiar, agregan, sí la mayoría de los rosarinos tienen una imagen globalmente positiva de la Salud Pública que se les brinda y poco les interesa discernir sobre el entramado burocrático que divide el servicio de salud en centros gestionados por la Municipalidad y la Provincia y mucho menos se preguntan sobre cuál es el rol del Ministerio de Salud de la Nación?

Yo soy menos benévolo y me suelo referir, desde hace ya muchos años, a la gestión local en salud como “el mar de la mediocridad”, donde nada es tan malo, pero que está muy lejos de ser “la mejor del país” como se nos ha querido hacer creer durante años a través de un constante marketing que, debo reconocer, ha sido  muy elaborado y exitoso.



Aprovechando el debate que promueve la reforma de la constitución y la posibilidad cierta de que Rosario sea ciudad autónoma,  creo que es un buen momento para  ponerla en debate, presentar ideas y propuestas que nos ayuden a prepararnos para mejorar la calidad de la atención en  este nuevo escenario que se nos avecina.

Aquí surge la primera pregunta: ¿Quién debe gestionar a partir de entonces el sector salud?

Sí bien la respuesta parece obvia -la ciudad-  su factibilidad no aparece sencilla. Tengamos en cuenta los significativos cambios administrativos, jurídicos  y políticos que han de producirse  que, como sabemos, le otorgarán competencias similares a las de una provincia por lo que habrá que aceptar el desafío intelectual de analizar en profundidad sus ventajas, desventajas y sobretodo sí esto, finalmente, redundará en una mejoría substancial en la vida de los ciudadanos.

Nuestra única referencia nacional es el de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que tiene un status similar al de una provincia por lo que mantiene su propio sistema de salud pública, que incluye hospitales, centros de salud y programas específicos, gestionados por el Ministerio de Salud de la Ciudad independiente del gobierno nacional y de las otras provincias.

Nuestra ciudad tiene también, desde hace ya muchos años, claros antecedentes y vocación que reflejan  la intención de lograr la autonomía municipal en  materia de salud. Vayan, sólo como ejemplos,  la creación del CEMAR y el Hospital de Emergencias.



Este último no podría funcionar sin la ayuda presupuestaría de la provincia pero así como es justo admitirlo, que se atienden pacientes de los más diversos lugares de la región, también ha de aceptarse que hábilmente fue transformado en un estandarte político de los gobiernos locales.

Volviendo al tema que hoy nos convoca, de cómo se resolverá la responsabilidad de sostener la salud en Rosario, yo estimo que una propuesta adecuada para una primera etapa como ciudad autónoma es la gestión a través de un Modelo Híbrido, con Rosario asumiendo total autonomía en la gestión y decisiones para los primeros y segundos niveles de atención pero manteniendo una coordinación estratégica con la provincia básicamente en la alta complejidad y el Sistema Integrado de Emergencias.



Aprovechar las fortalezas de ambos sistemas, garantizando una atención local eficiente y equitativa, sin perder de vista la colaboración regional seguramente nos haría ganar en calidad y en una distribución más equitativa de los recursos.

Como contrapartida, no se ve tan claro a la provincia desprendiéndose, aunque sea  parcialmente, de muchos de sus efectores cediendo todo el presupuesto correspondiente a cambio de nada y no se ve muy factible que la ciudad asuma toda la responsabilidad sin la seguridad de que los flujos presupuestarios lleguen en tiempo y forma por lo que la llave para lograrlo, como siempre, es un sólido acuerdo político previo.



Ahora bien, ¿no es este un gran momento también, para proponer un acercamiento contundente con los sistemas de salud privados superando viejos preconceptos y estereotipos que nos permitan, con una mentalidad del siglo XXI, aprender y enseñar de mutuas experiencias y porque no, trabajar juntos?

Conozco las dificultades que abría que enfrentar, sé de intentos previos que fracasaron pero justamente de eso se trata, de superar los desafíos que parecían imposibles. Debemos ser capaces de visualizar un enfoque integral que combine regulación, inversión y cooperación con un fuerte compromiso político que priorice la equidad y la calidad de la atención a todos los habitantes de nuestra ciudad.

Rosario tiene el potencial, ¿Seremos capaces?

*Jefe del Servicio de Clínica Médica del Hospital Escuela Eva Perón de Granadero Baigorria.

 

COMENTARIOS DE MI EDITORIAL DEL MES DE JULIO 2025

 

LOS CONCURSOS EN LA FAC. DE CIENCIAS MÉDICAS

¿Otra vez a jugar con tierra?

 

Todo mi agradecimiento a Médicos, Abogados, Contadores, Bioquímicos, Farmacéuticos, , Investigadores, Directivos de Fundaciones, Empresarios, Docentes y Profesores de distintas carreras universitarias por sus opiniones, sugerencias y felicitaciones!!


ABACA HELIO, Periodista.

Hola DOC JORGE: Excelente editorial, seguí haciendo docencia para la comunidad, tienes una memoria privilegiada. Gran abrazo.

 

BOTTASSO, OSCAR, Investigador del CONICET.

Jorgito querido, todo lo que podría contarte de lo que uno ha visto en 45 años. Has prendido el ventilador bien por ello!

Tuve 3 concursos en mi vida pero fueron dentro del sistema científico. Nunca me topé con un concurso para cátedra simplemente porque no había llamado en los años que allí me desempeñaba con una designación de "extensión de funciones" de mi cargo de investigador. De haberme presentado muy probablemente lo había perdido.

 

 CANDUSSO, PABLO. Cirujano CardioVascular.

Tema controvertido. Pero sigo pensando que los alumnos no deberían tener injerencia en los concursos docentes. El docente debe ser evaluado por pares.

 

CICCARELLI, RICARDO. Director del Sanatorio Plaza.

En mi opinión, basado en experiencia personal, es difícil que dentro de la misma facultad donde los jurados no tengan alguna preferencia por algún postulante… Lo ideal sería que los jurados provengan de otra provincia.

 

DALONSO, JOSE, Dr. en Comunicación Social.

Hola Jorge: En primer lugar la redacción esta impecable, en la cuestión formal, está bien.

Hay  dos de cosas que, no sé si decir que me generan dudas, pero a lo mejor porque no manejo tanto, me parece y esto creo que está bien que Ud. lo trate así y la situación de los concursos es muy particular como se da en medicina a lo mejor en otra facultades no se da tan así, pero bueno en ese sentido está bien.

De todos modos  me parece que la alusión a que  lo que pasó en 2006 es como que, sí es conocida en el ámbito de la facultad de medicina está bien, pero por lo menos a mí como que no me termina de quedar claro bien que pasó, pero le insisto capaz que toda la genta vinculada a la facultad de medicina y los médicos y médicas en general lo dominan.

Sino por el resto este es un tema que va a ser bastante polémico porque aparentemente también  confronta,  le insisto no lo miro tanto, por la tradición reformista de la Universidad de todos los claustros del cogobierno pero bueno, eso es al margen. Lo que sí creo que es muy particular de la Facultad de Medicina. El resto está impecable. (Transcripto de un mensaje de texto)

 

ENZ, GUSTAVO. Abogado.

Lo leí. Es cierto en general pero si no hubiese el sistema de concursos habría que crearlo.

Perfeccionarlo si, pero no eliminarlo, no.

 

ESPAÑA, RICARDO, Oncólogo.

Excelente!

 

FAY, OSCAR. Presidente de la Academia de Ciencias Médicas de Santa Fe.

No es un tema menor. Es una de las grandes deudas que sin duda, entre otras no menores, que tenemos históricamente, devenidas de una falta de programa educativo nacional, que nunca se generó y que cada cuatro años cambia y sigue girando como una calesita qué que mueve el viento. Ninguna política se hizo cargo con continuidad y responsabilidad sostenida y sustentable.......una falla de responsabilidad social inaudita. Así estamos. Bien Jorge por ponerla una vez más en evidencia.

Hola Jorge, no me molestaría, es más me agradaría, que mis opiniones sobre este continuo trabajo que te has tomado, sume opiniones de las más diversas, que deben ser siempre bienvenidas.

 

GALINDEZ, RAUL. Contador Público.

Lo leí. Un temón que avanza sobre la ridiculez del gobierno tripartito, sino cuadripartito (con los no docentes). Que no es lo único, claro. Muy buena la idea para darle visibilidad a un tema que se oculta bajo siete llaves. Felicitaciones!!!

 

LUPO, SERGIO. Profesor Universitario.

Excelente Jorge!

 

MUNIAGURRIA, ALBERTO. Presidente de la Fundación Ciencias Médicas.

Me gusta sobre todo porque pones en el tapete un tema controversial La vida universitaria pone en marcha esos escenarios que forman parte de la búsqueda de hacer las cosas “impecables” Lamentablemente los humanos nos encargamos de embarrar las canchas (usando tu lenguaje) A veces he ganado, otras perdido A veces es bueno ganar y a veces es bueno perder ( porque se aprende)

Siempre te he dicho que me gusta mucho lo que haces.

 

OLEGARO PERLA, Contadora Pública.

Hola Jorge, ¿cómo estás? Coincido totalmente con tu artículo, describe textualmente la situación de los concursos en la facultad es tremendo lo que pasa todo lo que enuncias ocurre y no pasa nada.

Yo sufrí la injusticia en un jurado que estaba armado era tan escandaloso, que era el concurso por la titularidad de la cátedra, yo tenía 100 puntos de antecedentes y la que concursaba porque ya venía ocupando el cargo se consideraba que tenía más derecho y lo que a mí se me objetó es que no use tiza “porque un docente tiene que usar tiza”, increíble, porque yo use, hace muchos años  parece muy de avanzada, el Power Point y dijeron como argumento que el PP  era para los post grados. Eso fue lo que argumentaron en mi contra. Recurrí el dictamen y no; resolvieron lo mismo.

Como vos decís, por cuestiones políticas yo siempre estuve en lo académico y nunca en lo politico y bueno me jubilé sin haber podido ocupado el cargo por derecho, la mayoría de la gente, por supuesto, opinaba que me correspondía pero a los 15 días quienes fueron jurados de mi concurso fueron concursantes en la Universidad de Entre Ríos y la jurado, uno de los jurados, era la profesora a la cual se le adjudicó la titularidad de la cátedra. y lo hago público porque fue bah, todo el mundo lo supo, vergonzoso, todo el mundo lo supo.

Lo que vos expones fue revivir aquella situación, la injusticia está en todas partes, en la justicia sucede lo mismo, no se sí esto tendrá solución.

Mientras tanto habrá que seguir alzando las voces a ver si alguna vez esto puede cambiar. Yo soy una defensora de la Universidad Pública a ultranza pero los que estamos adentro o estuvimos adentro sabemos que ocurren esas cosas,  como vos decís los contubernios, los arreglos, los cargos, los cargos políticos  como se arreglan las elecciones, todo, todo eso ocurre pero bueno no vamos  a dejar el beneficio de la Universidad pública por eso hay que luchar para que las cosas cambien pero no por eso a destruir un bien tan valioso como es la Universidad Pública.

(Transcripción de un mensaje de texto)

 

SANCHEZ ALMEYRA, RODRIGO. Presidente de la Asociación de Clínicas y Sanatorios.

Concuerdo totalmente. Los concursos están llenos de amiguismo y se huele un tufillo político. MERITOCRACIA Y APOLITICA!!!

 

TABORDA, MONICA. Profesora Universitaria.

Gracias Jorge! Me interesa mucho el tema.

 

TANNO, HUGO, Profesor Universitario.

Mira Jorgito, esta bueno lo que vos escribiste pero lo que es realmente imposible de admitir que nos juzgue un estudiante al cargo de profesor o   un médico que no tiene ejercicio docente. Este tipo que recurrió a la corte, más allá  de que del caso que vos presentaste lo hizo  porque lo estaban juzgando no pares a él yo no puedo pensar,  esto empezó en la época de Alfonsín y  a mí me parece que quienes tienen que juzgarte son los profesores como a nosotros nos juzgaban  o docentes  o sea académicos pero no pares no docentes y estudiantes de medicina. Como nos van a juzgar a nosotros. Yo te digo en eso yo estoy en desacuerdo con  en el actual tribunal que se forma y creo que la Suprema Corte Justicia, no al invalidar este caso sino ha sentado un precedente   para que la UNR la UBA, cualquier universidad  ponga jurados válidos y no políticos  que en parte es lo que vos decís, acá los estudiantes no pueden juzgar a un profesor para saber sí es capaz o no capaz en un cargo de profesor y tampoco el egresado no docente tiene capacidad de juzgar a un docente para profesor. Los jurados validos como a nosotros nos juzgaban, eran docentes académicos pero no pares no docentes.

Esto es lo que yo de acuerdo, entiendo lo tuyo que está bien escrito. Entiendo que es un paso adelante  el, sí  es que ya tienen el veredicto de la Corte Suprema de Justicia por final que se haga algo que ya es definitivo que no haya tribunales incapaces de juzgar a los supuestamente capaces.

(Transcripción de mensaje de texto)

 

TORRIZZI, SERGIO. (Farmacéutico)

¡Muy bueno!

 

TOZZINI, ROBERTO. Vicepresidente de la Fundación Ciencias Médicas.

Muy oportuna tu Editorial. Mi experiencia al respecto ha sido grande pues fui jurado para profesor en las universidades de Bs Aires, Rosario, Mendoza y Tucumán (U. Nacionales). Nunca me impugnaron pero se ofendieron muchos. Solo en Obstetricia (U de Córdoba) fui de complemento para concurso de Obstetra. Ellos buscaron la anulación del fallo al declarar empate y así consiguieron que quedara a cargo el que consideraban más capaz.

 

VERCESI, ALEJO. Profesor Universitario.

Llegué a ser Profesor Titular por un Concurso Público Abierto de Antecedentes, Entrevista personal y Oposición. Si no fuera por los Concursos Universitarios jamás hubiera logrado nada de lo que alcancé. Fui Médico Interno, Residente, Prof. Adjunto y Titular por Concurso.

He sido designado como Jurado para el Concurso de Prof. Titular y Profesores Adjuntos de la UBA y de la Universidad de Corrientes.

Nunca hubo una designación que no hubiera sido fundamentada académicamente o docente luego de una rigurosa evaluación.

Defiendo a muerte a la Reforma Universitaria que llevó a la Universidad Argentina a la más alta consideración y prestigio en el mundo del conocimiento y dio 3 Premios Nobel de Medicina

Francia símbolo de la Ilustración, reconoció que los acontecimientos del llamado "Mayo Francés de 1968" tuvieron como referencia  a la Universidad Argentina de la Reforma como un faro que disipó los negros nubarrones del obscurantismo.

La libertad de Cátedra, acceso a los Cargos por Concursos con la debida periodicidad, Cogobierno y la autárquica económica, son valores académicos liminares e irrenunciables que hicieron grande a nuestra Universidad. Por supuesto, que no invalida su adecuación a los cambios de paradigmas y la evolución del mundo actual.

lunes, 7 de julio de 2025

 

Los concursos en la Facultad de Ciencias Médicas: “¿Otra vez, a jugar con tierra?”

 

Un reciente fallo de la Corte Suprema de Justica activa el debate sobre la necesidad de actualizar los procesos de selección del cuerpo docente universitario

 

Dr. Jorge O Galíndez*

 

Anda a jugar con tierra” decía un amigo del barrio, reflejando con esa metáfora infantil la resignación y frustración que se siente frente a la impotencia que produce el no poder cambiar una situación injusta impuesta por una autoridad superior, a pesar de tener la razón y los argumentos válidos debiendo, como única opción, aceptar las reglas del poder.



La frase resonó en mi cabeza después de leer la noticia del fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación sobre el caso (“Aranalde, Gabriel Ignacio c/ Universidad Nacional de Rosario) que califica como “ilegítimoun Artículo del Reglamento de Concursos Docentes  de  la  UNR porque, entiende, vulnera los parámetros fijados por la Ley de Educación Superior.

La resolución del máximo tribunal que rechazó la participación con voz y voto de estudiantes y egresados sin cargo docente en los jurados de los concursos académicos causó gran impacto en todo el claustro docente y sus autoridades por las consecuencias mediatas e inmediatas que producirán.

Al enterarme, súbitamente mis recuerdos me transportaron al invierno del 2006 donde en una gélida aula, sin calefacción y  mal iluminada de la Facultad, se definía el Concurso a Profesor Titular de una de las más importantes Cátedras con sede en el Hospital Escuela Eva Perón de Granadero Baigorria. Allí el Jurado  emitía finalmente su dictamen ante los tres docentes que concursaban y  un reducido grupo de colegas, familiares y amigos.



La voz del Presidente no era firme y apenas audible. Ni bien terminó de leer la resolución se alejó rápidamente sin dejar lugar a ninguna acotación. Las miradas eran de incredulidad y estupor porque a juzgar por los antecedentes académicos y la exposición realizada, el resultado debía ser otro. Es más, sólo el designado ganador no se mostró sorprendido y hoy lo recuerdo con toda nitidez esbozando una sonrisa de suficiencia mientras se retiraba triunfante.

Pero la historia, como se verá más adelante, no terminaría allí.

Desde hace años vengo observando reiterados pedidos a las autoridades para la realización de concursos docentes pero cuando ellos se materializan rara vez son percibidos como inobjetables  y son muy pocos los que quedan conformes. Todo lo contrario, son  frecuentes las quejas, los recursos administrativos impugnándolos y es muy habitual escuchar airados reproches dichos por lo bajo y, a veces no tanto, contra las autoridades a  lo que se  suman sospechas de contubernios de todo tipo.



¿Qué nos pasa? Queremos los concursos, decimos que es la mejor forma para dirimir quienes son los merecedores a tal o cual posición, pero cuando se efectivizan y emiten dictamen, todo se objeta y duele decirlo, muchas veces con razón.

Las inequidades que generan el desánimo y la deslegitimación de los resultados son la consecuencia de la combinación de multiplicidad de razones que es necesario revisar y modificar para, como es intención de este texto, estos acontecimientos tan importantes se vuelvan transparentes e inobjetables.

Párrafo aparte merece la composición de los jurados que deberían ser libres de toda sospecha de arbitrariedad, firmes y ajenos a presiones e influencias muy reales como son las afinidades personales, políticas o académicas con alguno de los concursantes siendo indudable, además, que sí son seleccionados del cuerpo docente de la misma institución el conflicto de intereses es inevitable.

¿Se puede dudar que sea necesario e imprescindible normatizar y estandarizar las evaluaciones para evitar la subjetividad que éstas implican sobre todo en las impresiones personales donde las interpretaciones discrecionales suelen cambiar el rumbo de los resultados?



Las dinámicas de poder internos tanto de grupos académicos o de facciones ideológicas llevan a politizar los concursos más aún cuando se perciben negociaciones previas donde los favoritismos se imponen a los méritos objetivos.

En fin, estimo que nuestro objetivo debe ser insistir ante las autoridades universitarias para que  garanticen  que los resultados sean  inobjetables, y ello se va a lograr sí se  implementan procesos transparentes, con criterios claros y públicos, jurados independientes y ¿por qué no? mecanismos de auditoría externa.

Volviendo a los fríos días del 2006, el concurso a Profesor Titular fue inicialmente recurrido a las instancias administrativas y luego, ante la disconformidad de un afectado, se recurrió a la Justicia Federal.



Años después con el fallo unánime de todos los miembros de la Corte Suprema de Justicia se anuló la validez del concurso atento a las graves irregularidades que se cometieron durante todo el transcurso del proceso concursal.

¿Qué hizo entonces, la Facultad? Nada.

¿Los jurados fueron apercibidos? No.

¿Se brindaron disculpas a los concursantes? No.

Y llegamos al irónico final. Con el concurso anulado el profesor, que presuntamente había ganado y sido puesto en funciones como tal, continúo luego del impactante fallo, sin inmutarse ni perder ese impostado aire de superioridad que lo caracterizaba, manteniendo el cargo hasta su jubilación ya que la cátedra nunca se volvió a concursar y por antigüedad, “le correspondía a él”.

¿Se hizo Justicia? No.

A jugar con tierra!!

 

*Jefe del Servicio de Clínica Médica del Hospital Escuela Eva Perón