lunes, 10 de octubre de 2022

 

NAEGLERIA FOWLERI

Una nueva amenaza que viene por el agua

 

Dr. Jorge O Galíndez*

 

Las cada vez más frecuentes comunicaciones sobre diagnósticos en general tardíos y fatales,  de Meningoencefalitis Amebiana Primaria causadas por la ameba Naegleria fowleri y otras patologías relacionadas a la ingesta o contacto respiratorio con aguas tibias en lagos o riachos con escasa corriente   nos ha llevado estudiar y reflexionar sobre la importancia creciente de investigar exhaustivamente la calidad del agua que ingerimos o con las que tomamos contacto y evaluar el riesgo que corremos en nuestra región.

 


 

Siempre me ha llamado la atención el porqué los presidentes de  países desarrollados que nos visitan  traen como parte de su logística, agua embotellada desde sus países.

 

 También he observado con curiosidad que muchas personalidades famosas que se hospedan en los mejores hoteles de nuestro país solicitan entre sus exigencias, que se les provea agua en botella de marcas muy sofisticadas.

 

Lo que parecía ser una excentricidad no lo es tal sino una forma que tienen de disminuir riesgos en zonas no seguras para ellos.

           



Es que el cambio climático está determinando modificaciones en la contaminación microbiana del agua que está siendo motivo de gran preocupación en todo el mundo debido al  alto riesgo del crecimiento de bacterias, virus y parásitos no detectados por los métodos habituales de potabilización.

 

Autores como Yun Shen, Ingeniero Ambiental de la Universidad de California y Sandra Gompf especialista en Enfermedades Infecciosas de Tampa, Florida han expresado recientemente que en zonas de sequía y  donde los períodos de calor son cada vez más largos, los patógenos aumentan su concentración y diseminación lo que provoca sin dudas una mayor exposición en humanos.

 

Diversos especialistas en nuestro país han expresado que la zona más expuesta es la de los Esteros del Iberá en Corrientes y algunas otras zonas del litoral donde el agua puede alcanzar temperaturas de hasta 45°C.

 

Las recomendaciones generales, dejando en claro que el riesgo es todavía muy bajo, son las de evitar nadar en agua estancada tibia o caliente y sobretodo no ingerirla evitando también el contacto respiratorio con protectores nasales compresivos y una fuerte ducha posterior.

 

La respuesta de la ciencia ante tamaño desafío es por ahora insuficiente aunque se están desarrollando nuevos esterilizadores de agua que permitan en un futuro neutralizarlos. Ejemplo de ello son los fotocatalizadores de semiconductores que  ha despertado un interés creciente como una tecnología prometedora de remediación ambiental para la desinfección del agua y el control microbiano.        

Se destaca entre ellos, el nitruro de carbono grafítico (g-C3N4), que consta de elementos abundantes en la tierra y de bajo costo  que ya ha sido investigado para la producción de Hidrógeno, la reducción del dióxido de carbono pero sólo recientemente han comenzado la exploración de sus propiedades antimicrobianas.

Finalmente no me es posible obviar la posibilidad de acciones terroristas que provoquen la contaminación del agua en forma masiva como lo expresa, entre otros  importantes estudios publicados,  la inquietante conclusión de científicos de la  Fuerza Aérea de Estados Unidos que afirman haber “demostrado que los sistemas de agua potable son altamente vulnerables a la contaminación”.

Yo me pregunto y reflexiono sí la “Guerra por el agua” no dejará de ser una ficción para ser una realidad y sí el interés de las grandes potencias por la Antártida y las cristalinas aguas de los fríos lagos de nuestro imponente sur no serán el escenario próximo para la lucha por la supervivencia humana en un futuro no lejano.

 

*Jefe del Servicio de Clínica Médica. Hospital Escuela Eva Perón