domingo, 28 de marzo de 2021

 

LA EXTRAÑA SENSACION DE SABERME VACUNADO

Dr. Jorge O. Galíndez*


Con manos inseguras abrí el mail enviado por el laboratorio con los resultados de los anticuerpos. Sí bien toda la información disponible me indicaba que iban a ser favorables necesitaba la ratificación escrita, el dato concreto!

Cuando observé la palabra REACTIVO tuve una extraña sensación, difícil de relatar, que expresaba una mezcla de alegría e inmediatamente un gran signo de interrogación! me faltaba todavía ver los análisis de mi esposa para completar la tarea. A decir verdad, los leí más confiado y  con mayor tranquilidad  pude observar otra vez la mágica palabra, REACTIVO.

La pesadilla había terminado! Habrá terminado?

Ha pasado más de un mes de mi segunda dosis y todavía estoy tratando de acostumbrarme a eso de “estar vacunado”. Mi vida no ha cambiado demasiado respecto al último año, sigo usando barbijo, trato de mantener el distanciamiento, no salgo mucho pero, eso sí,  no me privo de abrazar y besar a mis seres más queridos de los cuales he percibido la emoción irrefrenable que nos invadió  la primera vez que nuestros cuerpos volvieron a acercarse.

Sin embargo, siento que interiormente el virus ha colonizado nuestras mentes y que nos ha dejado para mucho tiempo la  indisimulada desconfianza hacia “los otros”. Vayan como ejemplos nuestra postura hacia alguien que se nos acerca demasiado, tose esporádicamente o simplemente lleva el barbijo en forma descuidada.

Cómo explicar una charla con un colega, también vacunado, a quien saludé con un choque de puño y donde ambos nos mantuvimos distancia y con barbijo mientras duró la reunión. Tiene lógica?

 

Pero no se trata sólo de una sensación personal. Ocurre que pocas veces en la historia de la humanidad se ha visto tamaña situación de desigualdad donde cientos de miles de personas se encuentran en serio riesgo de enfermar gravemente conviviendo con un minúsculo grupo que, por distintas razones, ya superaron esa instancia.

Otra vez, como en los años ochenta cuando atendía a los primeros infectados de HIV en Rosario, la vida me enfrenta a situaciones donde no hay libros que leer ni maestros para consultar. Esta nueva normalidad tan cruel  de saber que  “yo estoy vacunado y vos no”  me obliga a una profunda meditación en búsqueda de una respuesta que la sociedad empieza a necesitar para poder aceptarla y yo siento el deber de encontrarla.

 Por ahora sólo sé que mi condición de “vacunado” en nuestro país es  hoy por  hoy un verdadero  privilegio de unos pocos y eso crea en mí una mayor responsabilidad y una íntima necesidad de comprender y asistir a aquellos con los que diariamente convivo  que todavía esperan ansiosos la definitiva respuesta que, a mi manera de ver, ya está tardando demasiado en llegar.

Finalmente debo decir que me reconfortan las  cada vez más frecuentes evidencias publicadas sobre los excelentes resultados obtenidos en vacunas alrededor del mundo -sirvan como ejemplo  las publicaciones de la revista The Lancet sobre la fuerte respuesta humoral y celular de las vacunas y que corrobora JAMA (Journal of the American Medical Association) en un reciente artículo con similares resultados.

Sin embargo cada vez me convenzo más de que  esa vieja y querida “normalidad”, no ha de volver por mucho tiempo y que aunque así fuera  no estoy seguro ya de poder disfrutarla.

De algo no tengo dudas, no es tiempo de mirar atrás, un mundo nuevo nos espera, allá voy!!

*Jefe del Servicio de Clínica Médica del Hospital Escuela Eva Perón

 

 

 

sábado, 6 de marzo de 2021

 

¿Porque se encontró una vacuna COVID-19 tan rápidamente y para el VIH no?

*Dr. Jorge O. Galíndez

 


Muchos nos preguntamos cómo es que en un año tenemos una vacuna contra el COVID 19 y luego de más de treinta de pandemia por el VIH, no?

Conocemos que ambos virus colonizaron previamente a seres vivos no humanos pero el “salto” a nuestra especie del VIH fue hace cien años -aunque su expansión fue detectada en los años 80 del siglo pasado- mientras que el del COVID 19 fue hace poco más de 12 meses.

Esto nos deja una primer enseñanza sobre la capacidad de este último de haber aprendido muy rápidamente el cómo desplazarse entre nosotros, contagiar y en muchos casos destruirnos.

Ahora bien, cuales son otras diferencias fundamentales entre el SARS-CoV-2 y el VIH?

En ambos casos, cuando ingresan a nuestro organismo son detectados y se produce el desarrollo de anticuerpos pero en los primeros éstos alcanzan, en su gran mayoría, para desarrollar la necesaria inmunidad llevando a la curación y detener el contagio en poco tiempo mientras que los del VIH son escasos e insuficientes para evitar la transmisión a otras personas durante muchos años.

Un tema todavía no debidamente aclarado es que respecto a la evolución clínica hoy nos resulta claro prever los pasos que seguirá la infección por VIH mientras que cuando alguien contrae el SARS-CoV-2 nunca tenemos la certeza de lo que pasará en los próximos días.

Respecto al desarrollo de vacunas, Sin ánimo de complejizar evitaremos las diferencias estructurales y de funcionamiento de ambos virus pero diremos que la integración del VIH al código genético de la célula humana lo hace mucho más inaccesible a su detección y destrucción y que su gran capacidad de mutación impide a los anticuerpos neutralizantes naturales abarcar todas las posibilidades de anularlos a todos y en consecuencia protegernos.

Es también de importancia fundamental entender que además de los anticuerpos nuestro sistema inmune consta de células blancas que complementan la acción de los primeros y que en el VIH tienen un comportamiento mucha más complejo y todavía no totalmente dilucidado pese a los constantes avances.

En VIH, los trabajos actuales se dirigen a producir anticuerpos “ampliados” que sean efectivos a la mayor cantidad de variables posibles.

La gran pregunta que todos nos hacemos es sí se ha invertido lo suficiente en el desarrollo de vacunas contra el VIH. Sabemos que se han destinado  alrededor de mil millones de dólares en su investigación. ¿Es mucho o es poco? Sólo podemos decir que significa el 5% del presupuesto global destinado al VIH por la OMS**

Seguramente no tendremos una vacuna en el corto plazo pero estamos muy entusiasmados con dos grandes estudios masivos que es de esperar nos aporten los resultados por tanto tiempo esperados.

*Jefe del Servicio de Clínica Médica del Hospital Escuela Eva Perón

** UNAIDS FEBRERO 2021 Dr.Peter Godfrey-Faussett.